Durchgangslager 121 Pruszków



          Viajando por el ferrocarril desde Varsovia en dirección a Skierniewice, entre las estaciones suburbanas de Piastów y Pruszków, se puede ver un muro de hormigón de casi 2 kms. de largo con un portón pesado de hierro. Junto detrás del muro hay una atalaya con aspilleras, deteriorada por el paso del tiempo. Debajo de ella hay una inscripción que dice “Por aquí pasó la Varsovia desde el 6 de agosto hasta el 10 de octubre de 1944 Durchgangslager 121 Pruszków”. Antes de la guerra había aquí el Taller de Reparación de Parque Móvil Ferroviario fundado hace más de 100 años. Tras la invasión de la República de Polonia en 1939, el ocupante nazi también usaba este taller para reparar sus trenes.

          Después del estallido de Alzamiento de Varsovia en 1944, los hitlerianos dedicaron este lugar al campo de tránsito para los habitantes de Varsovia y de localidades cercanas tales como Anin, Wawer, Zielonka, Kobyłka, Tłuszcz, Łomianki, Boernerowo, Włochy y Jelonki. La ubicación del campo como éste, no fue por casualidad. Poca distancia de Varsovia y una buena comunicación ferroviaria les permitía a los nazis expedir partidas de prisioneros según el destino determinado.

          El recinto de dicho taller sirvió de campo de tránsito por primera vez en el año 1939. Conforme con informaciones y recuerdos evocados por uno de los pocos numerosos testigos se ha comprobado que al final de septiembre de 1939 habían retenidos los oficiales y los cadetes de Ejército Polaco, tomados como rehenes durante el asedio de Varsovia.           Los recuerdos del inhumano tratamiento de los prisioneros ha descrito uno de ellos, el comandante de Escutismo de República Polaca dr. Andrzej Fersten. La mayoría de los prisioneros fue asesidada por los nazis o murió en diferentes circunstancias.

          En el año 1944 el campo de tránsito Durchgangslager 121 Pruszków funcionó desde el 6 de agosto hasta el 10 de noviembre de 1944. A este campo le acosaban a pie sucesivamente a la población urbana de cada barrio varsoviano que el ocupante logró dominar. A otros grupos de población les trajeron en vagones de mercancías. Los prisioneros vivieron en condiciones insolitamente primitivas en naves de taller privados de cualquier ayuda y cuidado médico.

          El campo tenía el carácter típicamente transitorio. Normalmente los prisioneros permanecieron allí por 2 ó 3 días. Un transporte venía, otro se iba. El objetivo fue repartir los prisioneros capaces de trabajar de manera forzada en provecho del Reich y los destinados a campos de concentración, no pocas veces separando las familias. De diez a veinte por ciento de las personas consideradas como ineptos para el trabajo, sobre todo personas con deficiencia mental, lisiados, enfermos de tuberculosis, heridos civiles, mujeres embarazadas, madres con hijos menores de 15, mujeres y hombres mayores de 50 se transportaba a Gobierno General. Los clasificados de trabajo forzado cayeron en el campo de tránsito en Wrocław, y de allí, al sur de Alemania o en otro campo de tránsito cerca de Berlín, de donde les dirigieron al norte de Alemania. Empero a los insurgentes de Alzamiento de Varsovia, a los jóvenes y a la clase intelectual les transportaban a campos de concentración en Auschwitz (Polonia), en Mauthausen-Gusen (Austria) y en Stutthof (Polonia).

          Fue un hecho innegable que gracias a la acción eficaz de los miembros de la Cruz Roja Polaca que trabajaban en el campo de Durchgangslager hubieran escapado muchos personajes, entre otros, el Presidente Wojciechowski. Cientos de personas fueron excarceladas por autoridades del campamento y transportados a los hospitales cercanos en periodo de convalecencia.

          El recinto del campo estaba vallado por un muro de hormigón de más de 2 metros de altura. En su territorio había nueve naves de taller destinados a los prisioneros. Además, cada nave tenía su propio cercado de alambre de espino y estaba vigilada por las patrullas nazis. Las naves de número 7 y 8 estaban vigiladas de manera muy peculiar puesto que estaban habitadas por insurgentes varsovianos, que se habían rendido con armas en mano, que habían prendidos por estar cerca de lugar de batalla o simplemente poseían la venda de bandera polaca en el antebrazo.

          Las naves tenían cabida para de 2.000 a 6.000 personas. En absoluto no estaban ajustadas a recibir a tanta gente con tanta frecuencia de rotación. La mayoría dormía en el pavimiento de hormigón. Encontrar un trozo de madera o de estera era la verdadera suerte. Los fosos del reparo de vagones servían de letrina y estaban llenos de excrementos e inmundicias. El suelo estaba cubierto de basura y de lodo. Las condiciones dentro de las naves eran tan atroces que muchos preferían quedarse fuera, junto al alambre de espino, a pesar del frío que hacía por la noche.

          Basando en las deposiciones de testigos se puede constatar que en este campo tenían lugar casos aislados de ejecuciones de prisioneros y fusilamientos de fugitivos. A veces sucedían ejecuciones colectivas. De resultas de las exhumaciones posteriores hechas cerca del campo, en los estanques de Żbików, han encontrado 50 cadáveres de individuos fusilados, de los que sólo 3 se logró identificar. Muchos de los prisioneros murieron de agotamiento, de enfermedades, de hambre o de heridas. Especialmente, durante el periodo inicial de funcionamiento del campo no se llevaba ningún registro de muertos.

          Las autoridades nazis, obligadas a suministrar la alimentación a la población encarcelada, sólo una vez al día le asignaron el pan y el café. Por medio de miembros de la Cruz Roja Polaca, los habitantes de Pruszków y de pueblos alrededores prestaban ayuda a los prisioneros.

          Por el campo pasaron más de 650.000 personas (según otras fuentes aun 750.000). La intensidad de la llegada de transportes estaba relacionada con el desarrollo de batallas en la capital.


El calendario de transportes llegados al Dulag 121 a medida de la conquista de barrios de Varsovia es siguiente:

del 6 al 8 de agosto Wola
del 6 al 8 de agosto Powisle
del 9 al14 de agosto Ochota
del 19 de agosto al 13 de septiembre Praga
el 22 de agosto Sielce, Dolny Mokotów
el 24 de agosto Krakowskie Przedmiescie
del 31 de agosto al 5 de septiembre Stare Miasto
del 2 al 3 de septiembre Sadyba
del 5 al 9 de septiembre Powisle
del 12 al 17 de septiembre Bielany, Marymont
del 25 al 28 de septiembre Mokotów
del 28 de septiembre al 1 de octubre Żoliborz
del 2 al 10 de octubre Sródmiescie


Se calcula, como se ha mencionado antes, que por el campo pasaron cerca de 650.000 personas, entre ellos:

350.000 se llevaron a varias localidades dentro de Gobierno General calificados como ineptos para trabajar
150.000 se llevaron para un trabajo forzado al Reich
50.000 se llevaron a los campos de concentración
100.000 fueron liberados (de manera legal o ilegal)

          Tras el fracaso de Alzamiento de Varsovia en 1944, Varsovia se convirtió en una ciudad muerta e inerme, privada de sus habitantes y sus defensores. Como consecuencia de una orden terrible de Adolf Hitler, quien mandó arrasar la ciudad rebelde, el destacamiento Verbrennugskommando, especializado en destruir, en derribar y en borrar las huellas del crimen, con cargas explosivas y llanzallamas aniquilaba sucesivamente la ciudad llamada París del Este durante tres meses y medio.

          De los edificios destruidos habían robado todo lo que tenía cualquier valor material. El resto devastaron. En realidad, Varsovia dejó de existir. Entre el 3 de octubre de 1944 y el enero de 1945, los nazis hicieron saltar al aire o quemaron el 30 por ciento de lo que era Varsovia antes de la guerra. Destruyeron 5% más que durante las batallas del Alzamiento. En el enero de 1945 el Ejército Rojo con Fuerzas Armadas Polacas entró en la ciudad abandonada por la guarnición alemana . Al inicio del año 1947 fue inaugurada “La lápida conmemorativa de las víctimas del campo” en frente de la puerta de entrada a la nave número 5 del excampo de tránsito en Pruszków. Pero apenas a finales de los años setenta, por iniciativa del director del Taller de Reparación de Parque Móvil Ferroviario, se tomó la decisión de erigir un monumento. El diseño artístico realizó el profesor Oskar Hansen. El levantamiento del monumento inspeccionó Jan Eljaszewicz, el empleado en dicho taller que, de niño, fue prisionero del campo. Las inscripciones y elementos de escultura diseñó y realizó él mismo Jan Eljaszewicz. La inauguración y la consagración solemne tuvo lugar el 28 de abril de 1990, es decir, en centésimo aniversario de fundación del taller.





          El monumento tiene forma de una extensa composición compuesta de once símbolos sistematizados en un conjunto plástico. Cada una de las partes simboliza el recuerdo del infierno que pasó cada barrio de Varsovia, de las víctimas del Dulag y de los que intentaron prestarles ayuda. La inscripción en la pared de nave dice “Por aquí pasó la Varsovia Durchgangslager 121 – Pruszków del 06 de agosto al 10 de noviembre de 1944” que testimonia explícitamente la grandeza del drama que ocurrió en este lugar. Uno de los componentes de este monumento consta de una lápida conmemorativa dedicada a los Defensores de Varsovia de septiembre del año 1939 que pasaron por el campo.

          El 9 de octubre de 2004 en el recinto del excampo fue celebrado el homenaje en conmemoración de sexagésimo aniversario de la fundación del campo. Al mismo día también tuve lugar la inauguración del Museo del Alzamiento de Varsovia en Pruszków.




elaborado por Maciej Janaszek-Seydlitz
conforme con los materiales recibidos
de Sr. Jan Eljaszewicz

traducción: Paulina Jaskot y Marcin Porc



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